La Justicia griega sentencia que el partido neonazi Amanecer Dorado es una organización criminal

 

 

 

EFE

7 de octubre de 2020 11:29h

El Tribunal de Apelaciones de Atenas ha declarado este miércoles a la cúpula de Amanecer Dorado, incluido su líder, Nikolaos Mijaloliakos, culpable de dirigir una organización criminal.

 

Se trata de una decisión que hace historia en Grecia y en el movimiento antifascista, al entender que los crímenes cometidos por los miembros y militantes del partido político neonazi, que llegó a ser tercera fuerza política del país, se realizaron bajo el amparo y órdenes de Amanecer Dorado.

Mijaloliakos y otros seis líderes de Amanecer Dorado han sido declarados culpables de dirección de banda criminal, mientras otras dieciocho personas han sido condenados por pertenencia a dicha organización criminal.

El juicio, que se ha alargado durante más de cuatro años, continuará para el resto de los 43 acusados y confirma el destierro de Amanecer Dorado de la política griega. La organización abandonó las instituciones nacionales en los pasados comicios, cuando no alcanzó un porcentaje de votos significativo para obtener representación en el Parlamento griego. En 2012, durante la crisis financiera del país, la organización de Mijaloliakos obtuvo 18 escaños y se alzó como la tercera fuerza política del país.

Miles de manifestantes antifascistas han exigido justicia frente a los tribunales

Miles de personas se han manifestado esta mañana frente al Tribunal de Apelaciones de Atenas en espera del veredicto. Los manifestantes han acudido a los aledaños del Tribunal desde primera hora de la mañana, donde han colocado varios altavoces para reproducir canciones de Pavlos Fyssas, asesinado en 2013 por un militante de Amanecer Dorado que confesó durante el proceso.

<img class=”lazy” src=”data:;base64,” alt=””>Por la céntrica avenida Alexandras se han acumulado las pancartas con mensajes como “No son inocentes”, “El fascismo no es una opinión, es un crimen”, “¡Paul está vivo! ¡Condenen a los nazis!” o “El miedo no vencerá”.

Todos los grandes partidos políticos se encuentran presentes para condenar el fascismo, incluida una representación del partido en el Gobierno, el conservador Nueva Democracia, y los líderes del principal partido de la oposición, el izquierdista Syriza.

Una amplia zona del centro de la ciudad ha sido cerrada al tráfico como medida preventiva hasta que se disuelvan las protestas y unos 2.000 agentes de Policía han sido desplegados para evitar choques entre los manifestantes antifascistas y posibles grupos de apoyo a Amanecer Dorado.

Desde Amnistía Internacional han asegurado que sus observadores fueron testigos “del uso indiscriminado de gas lacrimógeno” por parte de los antidisturbios contra los manifestantes.

La organización también ha comunicado que espera que el veredicto sea un “punto de inflexión” y sirva para dejar claro a los partidos políticos de Europa que la “actividad criminal violenta y racista no quedará impune”. “El veredicto de hoy es el primer paso para hacer justicia a las víctimas de los crímenes de odio y los ataques discriminatorios y debe servir como un duro recordatorio de los peligros de demonizar y convertir en chivos expiatorios a poblaciones enteras”, han dicho. 

Fuente, https://www.eldiario.es/internacional/justicia-griega-sentencia-partido-neonazi-amanecer-dorado-organizacion-criminal_1_6274401.html

Murió Quino, el dibujante de viñetas que se rio de la autoridad

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El dibujante argentino Joaquin Lavado ‘Quino’ ha fallecido en la ciudad de Mendoza. Sus críticas mordaces a la sociedad de consumo y a las normas absurdas siguen estando vigentes.

 
Quino
Quino. Foto: Augusto Starita
 
30 SEP 2020 18:06

Pocos dibujantes de tiras cómicas han tenido el éxito en España que tuvo Quino en los años 70, 80 y 90. Los pequeños libros publicados por Lumen con las aventuras, más bien domésticas, de Mafalda marcaron un tiempo de esperanzas y desesperaciones. Mafalda formó a una incipiente clase media en la disputa política, cultural y social del tardofranquismo. Después de Mafalda, Quino siguió un camino difícil de examen de la clase media y el consumismo, con menos público pero posiblemente con más finura y colmillo.

Joaquín Salvador Lavado, nacido en la ciudad argentina de Mendoza en 1932, ha fallecido hoy, 30 de septiembre en la misma ciudad. Hace un siglo y un año, en 1919, sus padres, naturales de Fuengirola (Málaga), migraron a Argentina, un país que hasta los años 80 tenía mejores perspectivas económicas que España. Desde Mendoza, Quino viajó a Buenos Aires donde se instaló a mediados de los años 50. En la capital porteña concibió a su personaje más popular, Mafalda, en un principio como reclamo publicitario para una marca de lavadoras.

Entre 1965 y 1973 el personaje y sus compañeros de colegio y amigos (el dubitativo Felipe, el hijo de migrantes gallegos Manolo, la ‘pija’ Susanita o la combativa Libertad) así como su padre sin nombre, su madre Raquel y su hermano pequeño, el sibarita Guille, se convirtieron en estrellas de unas tiras que rompían con los formatos tradicionales de las viñetas en castellano.

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Ácidos, mordaces, con toques amargos pero también tiernos, los tebeos de Mafalda fueron una iniciación a la política y, lo que es más llamativo, a la concepción de lo personal como político. Algo que siguen haciendo contemporáneos unos dibujos que ya pasan del medio siglo.

La historiadora uruguaya Isabella Cosse, autora del ensayo Mafalda, historia social y política, definía en 2015 el éxito de la tira en España “en un momento en el que en España el humor estaba jugando un papel bastante importante aglutinando cierta sensibilidad antiautoritaria”. No era algo, sin embargo, exclusivo de nuestro país, sino más bien un reflejo de una sensibilidad antifascista que se expresaba con formas distintas a los dos lados del océano. También una expresión de las nuevas clases medias y sus inquietudes, que de alguna manera prefigura lo que va a llegar en mayo del 68 y las distintas expresiones internacionales de ese antiautoritarismo. Expresiones que aparecen reflejadas en la relación de Mafalda con sus padres o en la retórica de la menuda Libertad, más radicalizada que su compañera.

El final en seco de Mafalda en 1973 permitió a Quino explorar aun más un tipo de viñeta conceptual. Los chistes a página completa de Bien, gracias, ¿y usted?Déjenme inventar o ¡Qué mala es la gente! siguieron explorando el humor ácido, la paradoja y el absurdo ya sin las cortapisas del relato que definía el universo Mafalda.

Mafalda
Quino

Entre 2007 y 2009, Quino se retiró de la actividad de dibujante, si bien sus tiras hacía mucho tiempo que habían cobrado vuelo por sí solas. Desde hace décadas, las “mafaldas” crecen allí donde se cuestionan las normas absurdas, las “susanas” organizan lujosos banquetes para recaudar sémola para pobres con el paladar hecho a todo menos al lujo, los “manolos” no se enteran de que el emprendimiento está trucado, las “libertades” relacionan las condiciones materiales con las derrotas en la lucha de clases, los “felipes” aparecen para asomarse a las profundidades del pensamiento, y los “guilles” se encarnan en el hedonismo de un buen chupete on the rocks. Ese legado, tan del siglo XX, sigue siendo nuevo cada vez que alguien se topa con uno de los viejos volúmenes que llegaron a España cuando algo nuevo estaba a punto de suceder.

‘Almáciga’: un artefacto literario dispuesto a recuperar las palabras perdidas de nuestro medio rural

Las escritora y veterinaria de campo María Sánchez publica un glosario y libro ilustrado cuyo objetivo es recuperar y reivindicar palabras del medio rural

 

Se calcula que actualmente hay unas 5.200 especies animales en peligro de extinción. Solo en 2019, veinticuatro fueron declaradas oficialmente extintas. El cambio climático y la profunda huella del ser humano amenaza con la destrucción y fragmentación de sus hábitats. Y la desaparición de una especie produce a menudo un efecto dominó: muchas de ellas juegan un papel vital en sus respectivos ecosistemas. Si desaparece una, detrás van otras y, a largo plazo, se desvanecen ecosistemas enteros.

 


“Los relatos del ‘terror rural’ hacen mucho daño al campo, ¿por qué no se habla del terror urbano?”

Con las palabras ocurre algo semejante. En el último siglo, 2.800 palabras de nuestro idioma han desaparecido del diccionario. Muchas otras nunca llegaron a figurar en él y un día dejaron de decirse. Cuando una palabra desaparece, cuando la última persona que la usaba pasa a mejor vida, lo hace también un concepto, una forma de definir una realidad. Y con ello esa realidad, a largo plazo, también desaparece. 

Bien lo sabe María Sánchez, veterinaria de campo que actualmente trabaja con razas autóctonas en peligro de extinción. También una escritora especialmente preocupada por el medio rural, sus realidades, las interrelaciones entre literatura y campo. Ahora acaba de publicar Almáciga: una obra a medio camino entre el glosario y el libro ilustrado que milita contra el olvido de palabras del medio rural español.  

 

Más que un libro: un proyecto multidisciplinar

“Es una idea que llevaba tiempo cultivando y que ya en Tierra de mujeres empecé a contar”, explica María Sánchez a elDiario.es. “En mi día a día trabajando en el campo escuchaba muchas palabras que tenía que pararme a preguntar qué significaban. Y me las apuntaba en una libreta. Me obsesionaba buscar y encontrar palabras que la gente que conocía en el medio rural no quería que se perdieran”. 

María Sánchez ha publicado Cuaderno de campo (La Bella Varsovia), su primer poemario, y Tierra de mujeres, una mirada íntima y familiar al mundo rural (Seix Barral), un ensayo sobre mujeres y medio rural. Pero su labor va mucho más allá de su producción literaria. 

Hace tres años en Baños de Río Tobía, un pueblo de La Rioja, la autora fue invitada a un festival llamado Bañarte en el que creadores de todo tipo llevaban a cabo proyectos que implicasen a los vecinos del pueblo. Allí presentó Almáciga, una instalación realizada junto con la artista Francisca Pageo. En ella, colgaron cartelas con palabras por una cara y su significado por la otra. Muchas personas desconocían los motes elegidos, otras las utilizaban en contextos distintos al que apuntaban las fichas. Allí, la escritora habilitó un cuaderno en blanco donde la gente apuntaba palabras que creía que estaban en desuso o a un paso de desaparecer. “Ese día nació Almáciga“, explica. 

“Desde aquel momento, allá donde iba la gente que me conocía me traía sus palabras. Entonces descubrí que una palabra es lo que es, pero también son historias de una vida y una ligazón a la tierra. De una forma de trabajo muy concreta que en el sistema en el que estamos no importa. Un sistema que contamina y genera precariedad, que no tiene la vida en el centro y en el que estos oficios no son rentables”, reflexiona la autora. “Y eso se une al desprecio por el conocimiento del campesinado que Miguel Delibes denunciaba en su discurso a la RAE. Así descubres que reunir palabras es también hablar de toda una vida que hay detrás de las mismas: una relación con la comunidad, con el territorio, un formar parte del entorno acorde con los ritmos de la tierra y la naturaleza”. 

“Las palabras pueden servir de indicador de dónde venimos y hacia dónde vamos”, asegura la escritora. Y si ya no las decimos, no las escribimos o no las recitamos está claro que no vamos hacia un mundo acorde con el medio rural. Avanzamos en dirección contraria. 

Dispuesta a revertir esta mecánica, la editorial Geoplaneta acaba de publicar el proyecto multidisciplinar de María Sánchez en formato libro. El resultado es mucho más que un glosario de términos al uso: es una colección de textos, entre el ensayo y la autoficción de cadencia poética, en diálogo constante con abundantes y evocadoras ilustraciones de Cristina Jiménez. 

Un libro-vivero con palabras-semilla

Una almáciga es por definición el lugar donde se siembran los plantones que luego se traspasan al huerto. Y el nuevo libro de María Sánchez quiere ser exactamente eso: un lugar de encuentro entre lectores y hablantes dispuestos a plantar en su vida, en su uso habitual de la lengua y el habla, una palabra nueva. Y luego hacerla crecer.

“He hecho esto por todo lo que hay detrás de estas palabras. Ahora que hablamos tanto de cambio climático, de sostenibilidad, de soberanía alimentaria, de poner la vida y la producción de alimentos en el centro… yo utilizo esas palabras en mi día a día y también en mis textos. Y lo hago para ser altavoz y dar a conocer mi realidad en los diferentes medios rurales en los que trabajo y en los que me muevo”, argumenta. “También te digo: me parece muy pobre que con toda la riqueza y las palabras bonitas que tenemos, dejemos que las del medio rural caigan en el olvido o que utilicemos cada día más anglicismos. ¿Y si en vez de utilizar para cualquier cosa el inglés, utilizasemos una palabra en euskera, en leonés o en castúo? Las palabras se pueden adaptar a los nuevos tiempos, podemos reinventarlas y darles nuevos significados”. 

“Las palabras que contiene Almáciga son para mí ventanas a nuestro territorio. Las tenemos ahí… y las estamos dejando morir. Y esas mismas ventanas, muchas veces, nos cuentan de dónde venimos. Si las dejamos morir estaremos olvidando de dónde venimos”.

Un pequeño semillero con el que empezar

Destacamos aquí algunas de las palabras que Almáciga pretende plantar en nosotros, en consonancia con la voluntad de una obra que se sabe algo más que un libro. Que se lee y se siente como un ejercicio de memoria para cualquier lector, obligado a reconocerse en las raíces de un medio rural del que todos venimos.

Antes de hacer el surco en la tierra, primero hay que aricar, arar de forma superficial y con cuidado para hacer la primera zanja. Y según cuando se realice la tarea, se utiliza una palabra u otra. En Sanabria, a la acción de arar en mayo se le dice vima.

Cuando se está en periodo de sequía y hay que arar dos veces para dejar el sitio limpio para el sembrado: a esta doble tarea se la llama binar. En Candeleda, por añadir, hay una palabra que se refiere exclusivamente al momento de la mañana en el que se realizan las labores más pesadas del campo en verano, antes de que empiece a apretar el sol: jañiquín

 

Existe palabra para referirse al momento de la mañana en el que se realizan las labores más pesadas del campo en verano, antes de que empiece a apretar el sol: ‘jañiquín’ 

Y cuando el terreno se presenta adusto y no deja trabajarlo cómodamente, podríamos usar cudrial cubrial para referirnos a él. Una palabra para ese terreno duro y muy compacto que nos hace la vida difícil. Si se consigue hacer un surco podemos utilizar otras palabras para referirnos a esa estela que parte en dos el terreno. En euskera, por ejemplo, el hueco que provocamos al labrar se llama errenka. Y para sembrar, en esta lengua se utiliza txola: el acto de agarrar semillas con las manos y lanzarlas a la tierra para que crezca la siembra. 

 

En euskera el hueco que provocamos al labrar se llama ‘errenka’. Y para sembrar, en esta lengua se utiliza la palabra ‘txola’: es el acto de agarrar semillas con las manos y lanzarlas a la tierra 

Un día las semillas empiezan a crecer, pero también las malas hierbas. En catalán se dice eixarcolar a quitarlas, y en la sierra norte de Sevilla a la acción de quitarlas con golpes suaves de azada se le dice chaspar. Es más, en algunos pueblos de la montaña occidental leonesa las malas hierbas reciben el nombre de xirunxos. También se utiliza vinar o maigar en Huesca al acto de cavar ligeramente sin ahondar en la tierra. 

“Pero hay palabras-semilla que se convierten en favoritas”, escribe María Sánchez en Almáciga, vocablos que “laten todavía más cuando no sabemos quién las escribió en el cuaderno, quién decidió trasplantarlas al papel”. La escritora cuenta que “he buscado esta palabra en otros lugares, he hablado de ella y solo me he topado con el vacío y el silencio. Pero es una palabra preciosa: seher, se usa para llamar al viento de las mañanas, que se cree que ayuda a las plantas a desarrollarse y crecer”.

Fuente, https://www.eldiario.es/cultura/libros/almaciga-artefacto-literario-dispuesto-recuperar-palabras-perdidas-medio-rural_1_6240532.html

Lecturas obligadas. Racismo Estructural

Racismo estructural y sistémico:CIEs No y Regularización Ya

La emergencia sanitaria que estamos viviendo en el año 2020 ha puesto el enfoque en la enorme desigualdad social que existía ya previamente a nivel global y en nuestro país particularmente. Las distintas políticas institucionales hacia las personas migrantes han evidenciado de manera generalizada que el racismo no es una cuestión exclusivamente social, sino sistémica y de las estructuras estatales. Las situaciones de las personas migrantes ya anteriormente precarias se han mezclado con otros factores sociales igualmente sistémicos y que han generado mayores desigualdades y desprotección. A lo largo de este verano hemos podido informarnos de cómo a los temporeros migrantes en Lepe les quemaban sus chabolas en el campo de trabajo, o cómo un migrante nicaragüense murió de un golpe de calor en Murcia y su cuerpo fue abandonado en un centro de salud. Testimonio de estas cuestiones las pueden dar el activismo de dos colectivos dedicados a la lucha de las personas migrantes: la plataforma CIEs NO y la campaña Regularización Ya.

Los CIEs son cárceles de personas migrantes donde la tortura es una práctica habitual y cuyo único delito es no tener los papeles en regla

CIEs No es una organización estatal, con pequeños núcleos en varios territorios. En Madrid están centradas en el CIE de Aluche. La plataforma funciona desde el año 2013, sin embargo existen CIEs en España desde 1985, por la Ley de Regularización de personas extranjeras en España. Están regulados a través del RD 162/2014, supuestamente sin carácter penitenciario, pero la realidad es otra muy distinta.

La estructura y tipología de esos espacios como una cárcel, y vigilados por la Policía Nacional, nos indican una realidad diferente. Cualquier persona extranjera que tenga una situación administrativa irregular en cuanto a sus papeles, es susceptible de entrar en un CIE, es decir, supuestamente como medida cautelar se interna en un CIE a personas extranjeras para revisar su situación legal. A una persona nacida en territorio español tan solo se le interpondría una sanción administrativa económica, sin embargo a una persona extranjera se le priva de su libertad automáticamente. Pueden estar un máximo de sesenta días, porque esté solicitando sus papeles, o estén en trámites en la administración pública.

En España existen siete CIEs, el de Aluche está junto al solar de la antigua cárcel de Carabanchel, y la violación de derechos humanos por parte de la policía es continuada y sistemática. La plataforma CIEs No procura dar apoyo y acompañamiento a las personas encerradas, empoderando a la persona dándole información, ya que hay privación de visitas e información, y muchas veces hay complicaciones por cuestiones de comunicación e idioma. El lenguaje jurídico y el desconocimiento informativo es una forma de violencia más, que acaba por legitimar a ojos de las personas extranjeras la situación a la que están sometidas. No saben por qué están dentro, ni qué deben hacer para salir de allí, por ello se les ayuda a exigir su derecho a una defensa. Muchos piensan que serán deportados automáticamente, algunos viven el sufrimiento de llevar muchos años en España trabajando y viviendo, y debiendo demostrar arraigo familiar y cultural.

Dentro del CIE pueden solicitar asilo o refugio, ya que algunos llegan desde frontera directamente. La confusión es total y la incomunicación algo común en los CIEs. Se fuerza desde la administración la dilatación de tiempos premeditada para evitar que salga antes la resolución de petición de refugio que el proceso de expulsión. La policía no solamente juega con la desinformación, sino con un manejo de tiempos en contra de las personas extranjeras a quienes muestran continuadamente un total desprecio. Supuestamente es una medida cautelar para encontrar a una persona en caso de ser expulsada, pero la realidad es que un 70% no acaban siendo expulsadas, por lo que son encerradas completamente en vano dentro de la lógica jurídica del sistema.

Se reivindica un cierre definitivo de los CIEs. Se han cerrado con la Covid-19, pero se está solicitando que no se reabran nunca más. Viven en celdas hacinadas, sin actividades e incluso se habla de peores situaciones que en un centro penitenciario. Ante la no garantía de salud en el interior de los CIEs se consiguió este cierre provisional tras varias presiones en pleno Estado de Alarma. Los internos de Aluche no tenían información, pero les llegaron noticias de que en el exterior estaba propagándose una pandemia, ante síntomas leves de cualquier patología, tan solo se les suministran ibuprofenos. Los internos se amotinaron ante esta situación y subieron a la azotea del CIE de Aluche, exigiendo su derecho a la salud para protegerse. El detonante para cerrar los CIEs no fue este, sino el cierre de fronteras, al quedar inhabilitado ese movimiento forzado de expulsión, el Estado no le queda otra más que liberar a las personas extranjeras que estaban supuestamente encerradas para tal fin. El 24 de marzo se anuncia que los CIEs serían desalojados, en cambio el 6 de mayo fueron oficialmente cerrados, suponiendo nuevamente una dilación en el tiempo excesiva.

Muchas personas son identificadas por sus rasgos étnicos o su color de piel, algunos llevan años trabajando y en este proceso pierden su trabajo al ser encerrados, su nivel económico se derrumba y algunas familias enteras quedan en peligro de pobreza y a merced del asistencialismo. Las mujeres dentro tienen una discriminación doble en temas como por ejemplo la menstruación y una higiene saludable.

Desde el punto de vista legal y estatal, resultan espacios completamente ineficaces; además en la práctica suponen espacios de tortura y contra los derechos humanos. Es necesario tejer redes para trabajar con otros colectivos para poner fin definitivo a estas cárceles para migrantes. El derecho a migrar de los seres humanos debe quedar garantizado. No hay cifras oficiales sobre plazas de CIEs en España, no se sabe cuánta gente exactamente es internada. No tienen una ocupación total, se habla de 60% de ocupación. Esto concluye por qué el racismo y la discriminación no es particular, sino que es institucional.

La necesidad de la regularización para evitar discriminaciones y desigualdades criminales por parte del Estado español

La Plataforma Regularización Ya nace como una campaña social en abril de 2020 en plena emergencia sanitaria de la Covid-19, convertido en movimiento a nivel estatal. Es una autoorganización de activismo político, y una construcción en red de personas individuales o colectivos antirracistas. Mantienen que la defensa de los derechos nace de la igualdad de condiciones de vida, independientemente de su origen o su color de piel. Señalan las políticas estructurales de toda la sociedad, que van de la mano del racismo, la violencia y las opresiones. Denuncian políticas de expulsiones y de discriminación perpetuadas desde el cuerpo legal del Estado. Una persona sin papeles cada vez que ve un policía siente miedo, terror y vive en continua tensión y sobresalto de ser identificada en cualquier situación social. Es un machaque psicológico insostenible, vivir eternamente bajo la espada de Damocles. La explotación y el abuso por el que pasan algunas personas extranjeras durante años es también constante, debiendo conseguir un contrato de trabajo indefinido y de cuarenta horas semanales hasta su regularización.

Muchos compañeros manteros viven en este estado de continuada tensión y se les arrebatan sus mercancías que tanto les ha costado conseguir, muchas trabajadoras sexuales se ven acosadas por parte de la policía, a parte de muchas otras violencias patriarcales que sufren. Las citas de empadronamiento o regularización se dilatan, y se genera un mercado negro de venta de empadronamientos por parte de particulares que sacan un beneficio de esta situación desesperante. Ese trámite da acceso a la sanidad, al abono de transportes, a cuestiones básicas sociales. Durante la pandemia las situaciones de personas extranjeras se vieron amenazadas a muchos más niveles, porque partían de una desigualdad social ya previa. A las personas migrantes se les excluye de la posibilidad de sentirse parte de esta sociedad. La emergencia sanitaria del Covid-19 obligó a aparcar algunas cuestiones secundarias y puso en el centro la vida, y aún así se ha presenciado cuánta cantidad de personas se están quedando fuera de ese centro, dejando olvidadas a muchas personas migrantes en el camino.

Esta plataforma nace para otorgar estos derechos humanos y dignidad a las personas migrantes. Supuestamente España tiene firmada la Carta Internacional de Derechos Humanos, que asegura la libertad de movimiento y migración en cualquier parte del mundo, así como la petición de asilo y refugio. Los colectivos migrantes están vulnerabilizados por las situaciones de desigualdad a las que están sometidas, no son vulnerables como personas, sino que se les arrastra a situaciones de vulnerabilización.

La violencia contra temporeros en territorios como Huelva ha quedado retratada en estas pasadas semanas. Han sido señalados, rechazados en el marco de esta pandemia, e incluso quemaron su campamento; campamentos donde están alojados en chabolas sin agua, ni electricidad. Los jornaleros migrantes han llevado una lucha de resistencia en Lepe, exigiendo soluciones para todos por igual, y un lugar seguro donde quedarse. En muchos casos sus documentos se han quemado, y para demostrar sus condiciones de regularización deben trasladarse a Madrid, donde están las instituciones para estos trámites burocráticos. Miles de migrantes quedan completamente fuera de cualquier clase de protección, al contrario, se mantiene una estructura racista y políticas de discriminación continuada. Se sigue esclavizando a personas migrantes con políticas concretas, las palabras de los gobiernos afirman la tendencia a la inclusión y el antirracismo, pero sus acciones muestran todo lo contrario. El tránsito en el espacio público es un riesgo continuado a sufrir cualquier agresión policial y maltrato para personas migrantes. Esta red estatal se construye para exigir una posición social incondicionalmente antirracista de palabra y sobre hechos.

Fuente https://www.todoporhacer.org/racismo-estructural/

Lecturas obligadas. La pandemia europea de los campos de refugiados.

 

Fuente https://www.lamarea.com/2020/09/20/la-pandemia-europea-de-los-campos-de-refugiados/

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