La poesía empieza donde acaban las palabras: las poetas y el diccionario

 

02/03/2022

Las poetas, como las lexicógrafas, han intentado nombrar esos sentimientos, experiencias y saberes silenciados.

 

María Moliner es, probablemente, la lexicógrafa más conocida y respetada de nuestra historia filológica, estuvo 15 años trabajando en uno de los diccionarios más completos e interesantes de la lengua española. La primera versión y edición se publicó entre los años 1966 y 1967. Dos tomos y más de 3.000 páginas que se adelantaban unos cuantos años a la forma que tenemos de navegar en internet. Cada entrada te lleva a otra, como cada clic nos lleva a otra publicación. En su obra magna, Diccionario de uso del español, incorpora, junto a “diccionario”, la palabra “diccionarista”, que define como:

«Léxicógrafo». Persona que hace un diccionario.

Cuando María Moliner construyó su Diccionario, no existía la palabra “lexicógrafa”. Sin embargo, sí existía “feminismo”, que María Moliner ya definía en la primera versión de su diccionario como “doctrina que considera justa la igualdad de derechos entre mujeres y hombres. Movimiento encaminado a conseguir esta igualdad”.

En 1972, fue candidata a ocupar una de las sillas de la Real Academia Española (RAE), pero, como le había pasado ya a otras mujeres, no consiguió que la aceptaran. Así había sucedido en 1853, cuando la RAE denegó la entrada de Gertrudis Gómez de Avellaneda. Y también en 1889, en 1892 y en 1910, cuando rechazaron en tres vergonzantes ocasiones a Emilia Pardo Bazán. Así que, cuando en 1972, la candidatura de María Moliner perdió frente a la de Emilio Alarcos Llorach, no supuso una gran sorpresa para nadie. Habría sido la primera académica de la RAE, pero tendríamos que esperar seis años más para que Carmen Conde se alzara con ese título en 1978. La RAE se había fundado en 1713. Esto es, tardaron 265 años en permitir que una mujer se sentara en la academia.

Hace unas semanas se incorporaba, a la silla d, Dolores Corbella, catedrática de Filología Románica y la primera académica canaria de la RAE. Corbella se definía en una entrevista como lexicógrafa, y añadía: “Una palabra que el Diccionario solo recogió a partir de 1984”. 

La lexicografía, como disciplina, viene de leksikós (λεξικόν), “colección de palabras de una lengua”, y gráphein (γραφειν), “escribir”. La lexicografía, por tanto, es la técnica de coleccionar palabras. O la técnica de recolectar las palabras lo suficientemente importantes como para entrar a formar parte del léxico de una lengua. Y si hay quien escribe relatos, poemas, ensayos… también hay quien escribe diccionarios. María Moliner, que sabía que la palabra “lexicógrafa” no estaba aceptada, utilizó con acierto “diccionarista” que, como la mayoría de términos que terminan en -ista, son de género común. Abolicionista, activista, alquimista, anarcosindicalista, artista… y un montón de voces más, no entienden de flexión de género, porque designan a todas las realidades. No entenderíamos un *activisto, por ejemplo. Cuando estas palabras han flexionado en masculino, lo han hecho buscando un prestigio viril y diferencial que, entendían, no aplicaban al genérico. Modisto/modista, por ejemplo, es una diferenciación que hacen quienes luego ridiculizan el jueza.

Las palabras, y su recolección en glosarios, también ha pertenecido a la esfera masculina. Los diccionarios elaborados por hombres se conocen por su apellido. Valgan como ejemplos el Corominas o el Casares. Pero cuando quien lo elabora es una mujer, se le añade también el nombre. El María Moliner, que no el Moliner. Son pocas, y tremendas, las mujeres que han dedicado su vida a coleccionar palabras.

La letra s de la RAE la ocupa la lexicógrafa Paz Battaner. Son de su autoría, entre otros, el Diccionario de uso del español de América y España (Vox, 2002); Lema. Diccionario de Lengua Española (Vox, 2001) o el Diccionario de Primaria. 9-12 años (Anaya-Vox, 1992).

La helenista Elvira Gangutia ha sido responsable de obras como Sobre el vocabulario económico de Homero y Hesiodo (CSIC, 1969); Vida/muerte de Homero a Platón: estudio de semántica estructural (Instituto Antonio de Nebrija, 1977), el Diccionario Griego-Español (1965) o Cantos de mujeres en Grecia (Ediciones Clásicas, 1994).

Inés Fernández Ordóñez ocupa el sillón P de la RAE y dirige, desde 1990, el Corpus Oral y Sonoro del Español (COSAR), formado con la colaboración de varias generaciones de sus estudiantes.

Natalia Mijáilovna Firsova (Наталия Михайловна Фирсова) (1929-2013) nació en un Moscú que pertenecía a la Unión Soviética y fue autora de diversas investigaciones sobre diccionarios ruso-españoles.

Eliza Grew Jones (1803-1838) fue una misionera y lexicógrafa estadounidense que creó una escritura romantizada para el siamés. Además, fue la autora del primer diccionario siamés-inglés.

Y podríamos seguir citando nombres: Josette Rey-Debove (1929-2005), que fue la primera lexicógrafa francesa y autora, entre otras obras, de Dictionnaire alphabétique et analogique de la langue française (Le Grand Robert), una obra en coautoría de seis volúmenes y referencia internacional para la elaboración de diccionarios con representación morfosemántica, y de Le Petit Robert (1967), el diccionario escolar por excelencia; la también francesa Noémi-Noire Oursel (1847-fallecimiento desconocido) que firmó, en 1886, la Nouvelle Biographie normandeFlora Osete (1883-fallecimiento desconocido), que realizó el Gran diccionario de la lengua castellana (1902-1932); Esther Martinez (1912-2006), lingüista y cuentacuentos, responsable del San Juan Pueblo Tewa Dictionary (1982); María Vaquero (1937-2008), que fue académica correspondiente de la RAE y de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) e investigó sobre dialectología y lexicología del español caribeño; Natalia Mijéyeva (1954), autora del Diccionario Español-Ruso y Ruso-Español para todos, en coautoría con Natalia Firsova; o Miriam Urkia González (1965), doctora en Filología Vasca, especializada en lexicografía y nuevas tecnologías y académica de Euskaltzaindia, la Academia de la lengua vasca, quien recibió en 2019 el Premio Pluma de Oro por su contribución al euskera.

Que no reconozcamos sus nombres, no significa que no hayan existido, solo nos demuestra qué necesaria es la genealogía y la memoria.

“Mi mundo está lleno de cosas que no tienen nombre”, se oyó en una reunión de la asociación feminista de mujeres poetas Genialogías, con i. A nuestro mundo le faltan voces que nombren el “alumbre”, el “arrorró”, el “cuerpeo” o la “femirada”. Y, unidas en esta búsqueda de palabras, las poetas de Genialogías se pusieron a trabajar hasta que, hace unos meses, veía la luz la obra Diccionaria una (Genialogías/Ediciones Tigres de Papel, 2021). Se trata de una obra que da respuesta al esfuerzo y trabajo colectivo, a la preocupación y la orfandad de palabras. Hay mucho amor en cada entrada, se ha discutido cada acepción para que nuestro mundo pueda ser, cada vez, más nombrado. Como una reunión junto al fuego, las mujeres han tejido juntas, huyendo del carácter normativo y buscando la caricia sorora y verbal con sus definiciones.

Tras esta Diccionaria una hay mujeres, hay una asociación pequeña y una editorial independiente y maravillosa (Tigres de Papel). Unos meses después, un gigante editorial saca un libro con el mismo título, mismo color pero espíritu contrario. El segundo no homenajea el mundo de la mujer que carece de nombre, sino que hace una burla zafia de lo femenino. No es casual. Al gigante editorial se le avisó de la existencia del primer libro, pero la respuesta fue el silencio y la ignorancia.

En Diccionaria una se define “diccionaria” como la “recolección y siembra de palabras con que las mujeres nombran sentimientos, experiencias y saberes silenciados o no expresados antes de forma satisfactoria para ellas”.

Las poetas, como las lexicógrafas, han intentado nombrar esos sentimientos, experiencias y saberes silenciados.

Marta Marco Alario (Guadalajara, 1979) publicó en Las flores y el yelmo (Huerga y Fierro, 2019) un poema que vincula la paz y la palabra. En el momento de escribir este artículo, la guerra y la paz vuelven a helarnos la sangre:

Las (trece) rosas

No quiero
que mi hijo desfile,
que los hijos de madre desfilen
con fusil y con muerte en el hombro;
que jamás se disparen fusiles
que jamás se fabriquen fusiles.
(Ángela Figuera Aymerich)

Escribo mi nombre con letras de sombra y agua.
Dibujo mis miedos con pinceles de noche y sal.
Con fuerza de ámbar y asombro.
Con arraigo de nogal.Imploro una paz sin batallas.
Y mil palabras.
Auguro días llenos de noche
y noches que duermen bajo mis sábanas.
Presiento palabras que cuelgan a media asta
y sones sin himnos que emanan de cálices vacíos.
Relumbra a lo lejos el cainismo patrio.
Resuena a lo lejos el ladrido de los perros.
Retumba un tambor.

El muchacho, al borde de la tapia, cae al suelo.
El olor de la sangre inflama el aire
y se oye,
el dolor seco de una madre que se rompe.
Y yo escribo mi nombre con letras de sombra y agua.
Y siento la aspereza de la soga
desecándome la garganta,
vaciándome de palabras
y asfixiando mis ansias de paz.

Pido la paz,
aunque sea con palabras.

* * *

 

Y también sobre la guerra nos habla Bibiana Collado Cabrera (Burriana, 1985), quien apunta cómo el opresor domina la lengua y las acepciones. En Violencia (La Bella Varsovia, 2020), propone este texto:

La palabra despecho

La palabra despecho constituye
un éxito del lenguaje
-y el lenguaje siempre es patrimonio del opresor-.
La palabra despecho desactiva
todo discurso, anula cualquier
fisura. Convierte en indecible
la quemazón que origina la cuerda.
La palabra despecho produce Casandras,
dibuja márgenes, construye afueras
donde replegarse, rincones de pensar
que nos convenzan de que todo era válido
durante la guerra pero la guerra ha acabado.
El lenguaje nos niega la rabia del vencido,
condenándonos al llanto blando de la pérdida,
borrando cuidadosamente cada uno
de los trazos infringidos sobre el cuerpo-alfabeto
de mi lengua.
La palabra despecho no me deja decir
la palabra víctima.

* * *

La palabra sirve para hablar de la guerra, para encontrar la paz y también para sanar. Y así lo vio la argentina Alejandra Pizarnik (1936-1972):

La palabra que sana

Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje, alguien canta el lugar en que se forma el silencio. Luego comprobará que no porque se muestre furioso existe el mar, ni tampoco el mundo. Por eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa.

* * *

Con la palabra nombramos el mundo y nos reconocemos en él. Y también buscamos la belleza que a veces nos sana y nos trae la paz. Así lo cuenta la poeta María García Zambrano (Elda, 1973), en un poema del que extraemos este segundo fragmento:

La belleza

IICuanto sé de la belleza se aloja
en la palabra Árbol
la rama de una latitud crecida     en la columna
la raíz
o símbolo
de la supervivencia.

De la belleza reconozco el grito
sobre la genealogía antigua
de los tullidos.
Y aprendo extramuros:
la soledad no es un idioma que habiten las aves.

* * *

La argentina Marisa Martínez Pérsico (1978) ha publicado recientemente Principios y continuaciones (Pre-Textos, 2021), donde reflexiona sobre la palabra y el sentido de las cosas.

Las palabras y las cosas

Visitamos, María, un país ajeno
ahora que sabes leer.
No hay cartel que no infrinja la aduana de tus ojos:
«Bistro Viena» «Muzeul de Istorie» «Anticariat»Vas deletreando el mundo con sorpresa,
cansada y balbuciente mientras fundas
una antigua ciudad por la palabra.

«Sa-tu / ma-re» «Ba-ia / ma-re» «Stru-del / me-re»

Sentirás en el cuerpo el desengaño,
que es un arco tendido
entre el verbo y la idea,
lo arbitrario que anuda los nombres a las cosas
en futuros destinos que te aguardan.

¿Qué nos dice una imagen acústica de un sueño?
¿De la risa? ¿El silencio? ¿Las mentiras?
¿De un perfume?
¿Del color azafrán?

«Biserica» «Patimilor» «Catedrala»

De la mano cruzamos las esquinas de un idioma extranjero.
No basta un alfabeto
para encontrar sentido.

* * *

Y sobre las palabras y sus vestidos según el contexto, reflexionaba Mercedes L. Caballero (Córdoba, 1975) en Al final de las letras (Editorial Ménades, 2021):

Caligrafía

Un rastro de humo gravita en la lengua,
frío hartazgo estrangulador de signos.
Discursos enfundados en mallas de níquel,
la osadía, este cansancio.Jamás las palabras lamentaron tanto un contexto.

* * *

Marta Eloy Cichocka (Cracovia, 1973), incluía en En jaque, poemas selectos, con traducción de Abel Murcia, este poema de Wejście ewakuacyjne (Entrada de evacuación), de 2003:

donde acaban mis palabras

la poesía acaba allí donde empiezo yo
y mis torpes cimas mis engañosos valles
los rayos de sol en los pasillos del iris
treinta grados bajo cero treinta gradosa la sombra

de las alas del ángel de la guarda de una historia totalmente
distinta con la boca como huesos de arrogantes albaricoques
de teñidos melocotones cerrada por los siglos
de los siglos aparentando la mejor de las monedas en las cadenas

de tus brazos

condenados al exterminio como Venecia y París
como peregrinajes borrachos de caracoles cornudos
a través de la carretera húmeda a través de la palma seca
de la mano que silenciará este poema y entonces finalmente

podremos quedarnos dormidos

la poesía empieza donde acaban mis palabras

* * *

Rosa Silverio es una poeta dominicana, Premio Nacional de Poesía de su país, y residente en Madrid. Ha escrito algunos de los poemarios imprescindibles de la poesía contemporánea, como Matar al padre (2014) o Invención de la locura (2017). En Mujer de lámpara encendida (2016) se incluía este alegato a las mujeres y las palabras:

Una mujer puede cantarle a cualquier cosa

Una mujer puede cantarle a su casa
a la silla
a la pata de la silla
o a su mesa
a todo cuando vive y existe
a la intimidad y al deterioro
al silencio… sobre todo el silencio
a lo que ha callado durante tantos siglos y ahora nombra
Una mujer puede escribir cualquier cosa
escribir, por ejemplo, de todo lo que no han dicho sus predecesoras
hablar del mar, de las sombras, de la luz
del dolor que siempre le acompaña
de la canción no aprendida por la estrella
del escandaloso río que lleva en su espalda
del pan que amasa, del fruto que arde
de la violencia que la ha roto en mil pedazos
porque una mujer libre puede hablar de su sangre
y de su muerte
de lo que oculta debajo de su falda
del vacío, de todos los vacíos
y de la jaula del pájaro que habita su cabeza
Una mujer puede cantarle al amor y a la patria
como le canta al sexo y a la piedra
como le canta al miedo que la oprime
al espejo que la empequeñece cada día
al desastre, a la fiebre y al delirio
Una mujer puede escribir sobre el padre y burlarse de los dioses
puede además cerrar los ojos y derramar alguna lágrima
puede permitirse parir y tener hijos
o clausurar su útero con ceniza y aguacero
puede, también le está permitido
rescatar el lenguaje, amarlo
o desmembrarlo sin piedad en un poema
Una mujer que le canta a su casa
a la silla
a la pata de la silla
o a su mesa
puede escribir de la negación o el reconocimiento
puede consumarlo todo, beberlo todo
orarle a Dios o desafiar a la manada
porque una mujer que canta ya no es sombra, ni cárcel, ni cerrojo
sino una ventana desde la que se reparan todos los silencios
y se construyen al fin todas las palabras.

* * *

Al final de su vida, María Moliner desarrolló arteriosclerosis cerebral, una enfermedad que le provocaba pérdida de memoria. La bibliotecaria que creó la joya lexicográfica del español se olvidó de las palabras que había ido recogiendo para nombrar nuestro mundo.

La asociación Genialogías publicaba hace unos meses un Diccionaria una para nombrar todo aquello que no tenía nombre y que no podíamos encontrar en el diccionario, como la propia “genialogía”, que definen con una triple acepción: “1. Ágora de las mujeres poetas que reconocen, valoran y nombran su origen y su tradición. 2. Lugar imaginario que busca espacio en la topografía real; es logos de la genia y es apertura y revisión del logos. 3. Casa de las mujeres».

Sirva este artículo como abrazo-homenaje a todas las casas de las mujeres que han sido alguna vez un diccionario, una reunión junto al fuego, una antología o este Pikara Magazine.

 

10 cuentos de Horacio Quiroga

Cuentista y periodista, nació en Salto, Uruguay, el 31 de diciembre de 1878. Maestro del relato breve y uno de los mayores cuentistas de todos los tiempos, fue colaborador de La Nación y de las revistas Caras y Caretas y Fray Mocho. Entre sus libros se destacan Cuentos de amor, de locura y de muerte, Cuentos de la selva y Anaconda. Su vida, marcada por la tragedia, acabó por decisión propia cuando, enfermo de cáncer, apuró un vaso de cianuro el 19 de febrero de 1937.

 
 
31-12-2013 | 00:54
Telam SE

 

1|La gallina degollada

“Todo el día, sentados en el patio en un banco, estaban los cuatro hijos idiotas del matrimonio Mazzini-Ferraz. Tenían la lengua entre los labios, los ojos estúpidos y volvían la cabeza con la boca abierta…Leer cuento completo. (Publicado en Cuentos de amor, de locura y de muerte, en 1917).

2|La gama ciega

“Había una vez un venado —una gama— que tuvo dos hijos mellizos, cosa rara entre los venados. Un gato montés se comió a uno de ellos, y quedó sólo la hembra…Leer cuento completo. (Publicado en Cuentos de la selva, en 1918).

3|El almohadón de plumas

“Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Lo quería mucho, sin embargo, a veces con un ligero estremecimiento…Leer cuento completo.  (Publicado en Cuentos de amor, de locura y de muerte, en 1917).

4|La abeja haragana

“Había una vez en una colmena una abeja que no quería trabajar, es decir, recorría los árboles uno por uno para tomar el jugo de las flores; pero en vez de conservarlo para convertirlo en miel, se lo tomaba del todo...Leer cuento completo. (Publicado en Cuentos de la selva, en 1918).

5|El espectro

“Todas las noches, en el Grand Splendid de Santa Fe, Enid y yo asistimos a los estrenos cinematográficos. Ni borrascas ni noches de hielo nos han impedido introducirnos, a las diez en punto, en la tibia penumbra del teatro…Leer cuento completo. (Publicado en El hombre muerto en 1920).

6|Historia de dos cachorros de coatí y de dos cachorros de hombre

“Había una vez un coatí que tenía tres hijos. Vivían en el monte comiendo frutas, raíces y huevos de pajaritos. Cuando estaban arriba de los árboles y sentían un gran ruido…Leer cuento completo. (Publicado en Cuentos de la selva, en 1918).

7|Las medias de los flamencos

“Cierta vez las víboras dieron un gran baile. Invitaron a las ranas y a los sapos, a los flamencos, y a los yacarés y a los peces. Los peces, como no caminan, no pudieron bailar...Leer cuento completo. (Publicado en Cuentos de la selva, en 1918).

8|La tortuga gigante

“Había una vez un hombre que vivía en Buenos Aires, y estaba muy contento porque era un hombre sano y trabajador. Pero un día se enfermó, y los médicos le dijeron que solamente yéndose al campo podría curarse…Leer cuento completo. (Publicado en Cuentos de la selva, en 1918).

9|Los Mensú

“Cayetano Maldana y Esteban Podeley, peones de obraje, volvían a Posadas en el Sílex con quince compañeros. Podeley, labrador de madera, tornaba a los nueve meses…Leer cuento completo.  (Publicado en Cuentos de amor, de locura y de muerte, en 1917).

10|La guerra de los yacarés

“En un río muy grande, en un país desierto donde nunca había estado el hombre, vivían muchos yacarés. Eran más de cien o más de mil. Comían peces, bichos que iban a tomar agua al río…Leer cuento completo. (Publicado en Cuentos de la selva, en 1918).

  • fuente
  • https://www.telam.com.ar/notas/201312/46467-10-cuentos-de-horacio-quiroga.html

La escritora uruguaya Cristina Peri Rossi ganó el premio Cervantes de literatura

Escribió siempre, en muchos registros y tonos pero con una precisión constante: la poeta y autora rioplatense nacidad en 1941 es incorrecta en la elección de sus temas y la modernidad de sus versos es refrescante. Predijo la pandemia y nunca tuvo miedo de estar fuera del clóset. 

Paula Jiménez España
Por Paula Jiménez España
La poeta montevideana, de 79 años, empezó a circular en la literatura a sus 30 años. Fue multipremiada y traducida a más de veinte países.
La poeta montevideana, de 79 años, empezó a circular en la literatura a sus 30 años. Fue multipremiada y traducida a más de veinte países.
 

A medida que avanza la lectura de Detente, instante, eres, tan bello, la poesía reunida de la poeta y narradora Cristina Peri Rossi, crecen la agudeza, el ingenio y el humor que acercan su registro al de la argentina Susana Thenon o al de la italiana Patricia Cavalli, (quien se definió a sí misma como una poeta nada espiritual, autopercepción que a Peri Rossi, arriesgo, podría caerle muy simpática). Esta montevideana exiliada desde 1972 en España, dónde publicó en primera edición 15 de sus 16 títulos editados desde 1971 hasta Las replicantes en 2016, cultivó la precisión en su lenguaje, la austeridad en sus construcciones y la insumisión en sus tópicos. Sobre todo el tópico de la visibilidad lésbica que ya en “Evohe”, su primer libro, definió un rumbo único entre todas sus contemporánexs.

En una entrevista de 2009 (actualmente su salud casi no le permite seguir en diálogo con el periodismo) rechazó, moderadamente, la influencia de la romántica Delmira Agustini: posiblemente no, dijo, y en cambio aceptó, también con moderación, la de la esencialista Idea Villariño, de la que dijo: posiblemente sí. No explicó nada sobre esa influencia, pero quizás no se deba solo al estilo intenso y esquelético de muchos de sus versos, sino al lugar que Idea le dio a la sexualidad (¡una señora de 1920 hablando de orgasmos!), sin recurrir a la pátina devocional ni a ninguna rimbombancia. Así que es lícito imaginar que también Idea podría haber participado de una ya imposible reunión de amigas dónde todas ellas se sentaran, whisky en mano, a ironizar sobre este mundo hecho percha (y que además la invitaran a Hebe Huart).

 

Sexualidad abierta y honestidad poética

Es de verdad lamentable no poder hablar con Cristina para esta nota, no tener la posibilidad de preguntarle, por ejemplo, como es que se animó, apenas puesto un pie en los setenta, a escribir un poema como este: Silencio. / Cuando ella abre sus piernas/ que todo el mundo se calle./ Que nadie murmuré/ ni me venga/ con cuentos ni poesías/ ni historias de catástrofes/ ni cataclismos/ que no hay enjambre mejor/ que sus cabellos/ ni abertura mayor que la de sus piernas/ ni bóveda que yo avizore con más respeto/ ni selva tan fragante como su pubis/ ni torres ni catedrales más seguras./ Silencio./ Orad: ella ha abierto sus piernas./ Todo el mundo arrodillado. 

Su honestidad poética y la sexualidad nunca encerrada en un armario por si los privilegios se retoban, no parecen haberle interesado demasiado a un periodismo dispuesto a indagar sobre sus opiniones acerca de la poesía latinoamericana y poco sobre la mala palabra de la insurrección sáfica. De todas formas, basta leer Detente instante, eres tan bello para entrar plenamente en ese universo donde Peri Rossi le habla a sus lectorxs desde una cercanía lesbianizante (todes somos lesbianas gracias a la empatía que generan sus versos) y a través de una poética generosa, que no se guarda nada para sí. Será porque como ella misma reflexionó en una nota “el humor está presente en muchos de mis libros, también como una forma de crítica y de terapia: reírnos de nosotros mismos alivia la hipertrofia del ego”. El ego sería, precisamente, esa fuerza de acumulación que no suelta las amarras del discurso y que por momentos vuelve a cierta poesía criptica y/o solemne, defendida, a diferencia de la reunida en este libro que es el primero de Peri Rossi editado en la Argentina. 

En los últimos años el mercado editorial republicó la obra de Cristina Peri Rossi

La poesía no sirve para ganar dinero

Llama la atención la omisión, dice el editor de Caballo Negro, Alejo Carbonell. Y es cierto. Razones de sobra hay para publicarla: se trata de una poeta de 79 años que empezó a circular a los 30, que fue premiada y traducida, y que además es exitosa a nivel ventas, tanto en las pampas bárbaras de Sudamérica como en el viejo continente. Recibió el Premio de Poesía Ciudad de Palma de 1975, Premio Internacional de Poesía Rafael Alberti, Premio Extraordinario de Poesía Iberoamericano Fundación Banco Exterior, Premio award book Princenton, Premio Don Quijote de Poesía, Premio de Ciudad de Torrevieja y el Premio Fundación Lowe. Por su parte, Cristina no desperdicia el capital que le otorgan los reconocimientos recibidos para obtener el rédito del humor. En el poema “I love Cristina Peri Rossi”, del libro Playstation de 2009, escribió: En el portal de Amazon/ aparece mi nombre/ al lado de Michael Jackson/ Madonna y George Clooney/ venden camisetas en tres tallas/ (…) las camisetas blancas/ tienen una inscripción/ en letras rojas: I love Michael Jackson/ I love Madonna/ I love Cristina Peri Rossi/ mi nombre es más largo/ ocupa más espacio./ Me pregunto quién habrá tenido/ la alocada idea de quererme en camisetas/ de Amazon.

Y hablando de soportes tecnológicos, asombra que “Detente, instante, eres tan bello” (una cita extraída del Fausto) cierre con un poema inédito de 1996 que se llama “El mundo del futuro” dónde la autora describe una sociedad de encierro y virtualidad exactamente igual a la que se consumó durante la pandemia. Sin dudas, es una visionaria, una adelantada a su época, que no reprimió nunca su lucidez ni su visceralidad. Cristina Peri Rossi, la poeta lesbiana que no tuvo miedo de decir su nombre, a pesar de haberse ganado el mote de infiel de parte de sus novias, desde los primeros poemas hasta los últimos se mostró fiel a su profunda insumisión y sí misma y asumió las consecuencias. 

Escribió en el poema “Para qué sirve la lectura”: Me llaman de una ciudad/ y me piden que escriba/ cinco folios sobre la necesidad de la lectura/ No pagan bien/ ¿quién podría pagar bien un tema así?/ Pero de todos modos/ necesito el dinero (…) Llamé a los de la editorial/ y les dije creo que para lo único que sirve la lectura/ es para escribir poemas/ no puedo decirles más que eso/ entonces me dijeron que un poema no servía/ que necesitaban otra cosa.

fuente 

https://www.pagina12.com.ar/381289-la-escritora-uruguaya-cristina-peri-rossi-gano-el-premio-cer?fbclid=IwAR14N7uV6qFkBIDCueFTVcFdZt1YHQOd9kKmFGO3CiWNE-3tdZT3F-LvFxk

Instrucciones para leer a Julio Cortázar: un documental sobre la (inabarcable) biblioteca de uno de los más grandes autores del siglo XX

 

 
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La literatura a Cortázar le debe el juego. Las letras latinoamericanas echan en falta el divertimento de los cuentos y las novelas del astro argentino. Julio Cortázar (Bruselas, 1914 – París, 1984) innovó en la escritura, jugó (en serio) con ella, y, entre otras cosas, potenció el poder de la prosa poética y nos enseñó que es menos convencional ser ‘cronopio’ que ‘fama’.

 

Cortázar, El Cronopio Mayor, retratado mediante su extensa biblioteca: esa es la propuesta audiovisual de Cortázar: Instrucciones de montaje, un documental producido por 93 Metros junto a la Fundación Juan March. El metraje se divide en dos partes de 25 minutos de duración, que ayudan a conocer el universo literario que vertebra la obra del escritor de Rayuela (Pantheon Books, 1963), “contranovela” que le otorgó el prestigio internacional, y que marcó un antes y un después en la narrativa contemporánea y, especialmente, en el llamado boom latinomericano.

 

En 1993, Aurora Bernárdez, escritora y traductora argentina, donó a la Fundación Juan March la biblioteca personal del que fue su marido. Un total de 3786 títulos en 26 lenguas diferentes. De estos libros, 855 están firmados por Cortázar y casi 400 contienen sus anotaciones, 515 están dedicados por sus correspondientes autores y amistades. La herencia en papel de un apasionado de las letras, un autor para el que la escritura era un juego muy serio. “Cuando tienes una gran biblioteca puedes descifrar a esa persona, pero al mismo tiempo la biblioteca es un personaje, los libros cobran vida por sí mismos”, expone Adriano Moreno, codirector del documental.

La biblioteca de un cronopio

El historiador alemán Aby Warburg ideó la “ley de buena vecindad”. Esta se basa en la organización de las bibliotecas no por autores, géneros o títulos de las obras. Warburg defendía que los libros tenían que conectar de algún modo entre sí. Es decir, “encontrar al lado del libro que uno fue a buscar a través del título, al desconocido vecino de la estantería con una información vital”.

La autopsia de la biblioteca cortazariana es el eje principal de Cortázar: Instrucciones de montaje, dirigido por Adriano Morán, Paz Fernández y Guillermo Nagore. Paz Fernández, directora de la Biblioteca/Centro de Apoyo a la Investigación de la Fundación Juan March, parafraseando a Aurora Bernárdez, asegura que es una biblioteca modesta, “no es una biblioteca de primeras ediciones, ni de encuadernaciones en piel. Su valor está en las anotaciones de Julio Cortázar, en las dedicatorias, en los traspapeles que Cortázar iba metiendo: el ticket del metro, la invitación a una exposición, un recorte de prensa y las flores que fue metiendo en Las flores del mal de Baudelaire”. “Los libros son una máquina del tiempo, pero el traspapel te transmite a un instante concreto en el que él estaba leyendo ese libro. Eso te aporta mucho contexto. Puedes asociar lo que un escritor lee con lo que un escritor escribe”, opina Adriano Morán.

En 1933, en Buenos Aires, Cortázar se sentó en una cafetería y se leyó de una sentada Opio. Diario de una desintoxicación, de Jean Cocteau. Ese fue uno de los impulsos que le hicieron cruzar el charco, mudarse “del lado de allá”, en el corazón de París. La biblioteca personal que custodia la Fundación Juan March alberga los ejemplares literarios que leyó en su etapa francesa y los que dejó en la Argentina. Esta se puede visitar físicamente en Madrid; pues la idea del autor y de su expareja fue que su biblioteca estuviese viva y que formase a varias generaciones.

“Me inventé un término, que incluso lo menciono en mis últimos libros, que es el de la ‘bioteca’, la biblioteca como biografía, como parte inseparable de la propia vida. El orden ideal de una biblioteca, pero que también es imposible, es que los libros estuvieran ordenados por el orden en el que se fueron leyendo para ver las conexiones. Cómo un libro te va llevando a otro, cómo un libro de la infancia termina en un libro clave de la madurez, cómo hay elipsis, cómo hay conexiones, relaciones extrañas”, comparte el escritor Rodrigo Fresán en la primera parte de Cortázar: Instrucciones de montaje.

Desdibujar el mandala, pintar la rayuela

Catalogar las rayas y símbolos que Cortázar marcaba en sus libros, esa ha sido una de las labores del artista Juan López. Digitalizar y unir estos signos y anotaciones como si fueran las constelaciones del autor de Banfield, Provincia de Buenos Aires. Con estas, López realizó intervenciones artísticas en la ciudad de Madrid. “Cuando alguien subraya un libro lo que está haciendo es subrayarse a sí mismo”, parafrasea Juan López a Cortázar. El arte del videoensayo lo firma Javi Álvarez, que ilustra textos míticos de Cortázar con mucha delicadeza.

Tanto la biblioteca cortazariana como el documental –que incluye imágenes (casi) inéditas grabadas por Cortázar en Super8–, son fetichismo de culto para personas amantes de este buscador e intelectual. Conocer los intereses narrativos de Julio Cortázar es una manera de que como lectores podamos dialogar con el autor, conocer sus pulsiones literarias, sus fuentes e interés por los libros objeto. En el metraje son varios los literatos que se derriten en halagos hacia el argentino, Mario Vargas Llosa, entre ellos. “Deleite a la hora de escribir”, confiesa Vargas Llosa en la pieza audiovisual. “Nosotros tuvimos discrepancias políticas, pero creo que la amistad nunca estuvo afectada por estas diferencias”, añade.

“Cortázar me enseñó que la poética de un relato es también la voz narrativa, el sedimento de la poética de un cuento de Cortázar es el modo en el que el narrador organiza el lenguaje”, confiesa el dramaturgo José Sanchis Sinisterra ante las cámaras de la productora 93 Metros.

Poesía Federico García Lorca

Fuente

http://poesiadelorca.eu/

Argentine author Jorge Luis Borges on audio

Source, http://shipwrecklibrary.com/borges/borges-audio-own-voice/
 

Antonio Machado, biografia

https://www.rtve.es/alacarta/videos/documentales-en-el-archivo-de-rtve/biografia-antonio-machado/2395130/

Documental biográfico sobre la vida y obra del poeta. Estrenado el 10 de julio de 1973

Biblioteca Nacional de España. ¡Recursos disponibles online!

La BNE libera más de 30 millones de imágenes para todo uso: El Cantar de mio Cid, el Quijote o los manuscritos de Da Vinci a sólo tres clics de ratón

La supresión de pago por el uso comercial de las imágenes digitales en dominio público, que el Real Patronato de la Biblioteca Nacional aprobó el pasado abril, se hará efectiva el primer día de noviembre, finalizados los procesos técnicos y las actualizaciones de la web destinadas a la solicitud de documentos.

A partir de esa fecha, cualquier ciudadano podrá acceder, descargar, modificar y compartir más de 220.000 títulos de todos los tipos de documentos, lo que suponen más de 30.000.000 de páginas procedentes de la Hemeroteca Digital y la Biblioteca Digital Hispánica en las que se albergan las versiones digitales de valiosas obras y colecciones de la BNE: manuscritos, incunables, libros antiguos, partituras, mapas, periódicos y revistas históricas… que se convierten en recursos gratuitos para ser utilizados por las industrias creativas y culturales, por las editoriales, los investigadores, los centros educativos, pero también por el público general para cualquier uso, incluido el comercial. Se aplica, en cualquier caso, a las imágenes en dominio público, no a aquellas sujetas a derechos de autor cuyo contenido es del titular de los derechos.

El usuario, con sólo tres clics, accede a cualquiera de los dos portales y puede copiar o descargar la imagen que quiera en sus versiones pdf o jpg. A partir de la entrada en vigor de la nueva Resolución, no será necesario pagar nada por este uso comercial de las imágenes digitales, pero sí seguirá siendo necesario pagar por la reproducción de dichas imágenes si se solicitan en alta resolución, ya que a la BNE le supone un coste extra dicho trámite. En este caso, el usuario deberá acceder a la pestaña de ‘Servicios’ > ‘Reproducción de documentos’ y rellenar el ‘Formulario de reproducción de documentos’ con los datos del solicitante y de la obra solicitada.

“Queremos dar verdadero sentido al dominio público, que de verdad sea de todos y pueda usarse libremente. Queremos que sirva para crear y fomentar nuevos proyectos”, asegura Mar Pérez Morillo, directora de la División de Procesos y Servicios Digitales de la BNE.

 

El acceso universal al conocimiento

Con esta iniciativa, la BNE se une a las directivas y recomendaciones europeas sobre Reutilización de Información en el Sector Público, con las que se promueve la apertura de contenidos para promover una economía del conocimiento. En esta línea, el gran proyecto europeo de acceso a contenidos digitales, Europeana, también recomienda el uso de licencias abiertas en su Carta sobre el dominio público.

Esta medida se enmarca en la estrategia de difusión e impulso de la reutilización de las colecciones de la BNE, que arrancó en 2007 y 2008 con la puesta en marcha de la Hemeroteca Digital y la Biblioteca Digital Hispánica y, posteriormente, se amplió con la creación del laboratorio de experimentación BNElab en 2017, donde se han desarrollado proyectos como BNEscolar y Comunidad BNE. Antes de abrirse el uso comercial de las imágenes, ya se cedían sus derechos y se permitía su uso libre para fines educativos o de investigación.

Para Ana Santos Aramburo, directora de la Biblioteca Nacional, “nuestra intención es favorecer la reutilización de imágenes y poner al servicio de una sociedad confinada y de una industria cultural y editorial con sus recursos muy recortados, los fondos de la BNE y ayudar a la expansión del conocimiento”.

Fuente,  http://www.bne.es/es/AreaPrensa/noticias2020/1027-bne-libera-mas-de-30-millones-de-imagenes-para-todo-uso.html?fbclid=IwAR0KECNF43pMkFG6qE0ZeZYtkTrHB8Lr8AjR5VnM71RTHl787pZEZ5mTbbU

84 años sin Federico García Lorca: un viaje por la vida del poeta en Granada

Fusilado en 1936

Desde Valderrubio hasta la cárcel de ‘La Colonia’. Hablar de Lorca es hablar de tierras andaluzas; lugares que se lo dieron todo, aunque también se lo arrebataron. Mediante este mapa interactivo puedes recorrer algunos de los escondrijos que marcaron la vida del autor.

 EN BREVE

Retrato de Federico García Lorca en Granada, 1919

“La poesía no quiere adeptos, quiere amantes”. Probablemente, si de algo sabía Lorca, era de amor: a la tierra, a la gente, a las letras. La seducción también era lo suyo, capaz de encandilar a cualquiera con su conocimiento de la poesía española, sus cantos o incluso sus juegos de palabras y “lo absurdo”, como recuerda Alicia Gómez, directora de la Residencia de Estudiantes en la que se alojó el poeta en Madrid.

Lorca era a la Generación del 27 lo que los libros son al pueblo, como decía el dramaturgo. Era alimento, como el pan, de inspiración, de arte, de cultura. Su paso por la capital madrileña ya llamó la atención de los intelectuales del momento, aunque no durante todo el tiempo que le hubiera gustado. Súbitamente, algo cambió: llegó la guerra, las venganzas familiares afloraron y la libertad que empezaba a acariciar en sus años de juventud se truncó por completo.

Lorca ha sido y es un icono de la poesía española, pero los recuerdos que se guardan de él no solo hablan de la primavera y de su bella Granada. Hay un pensamiento más doloroso y atemporal que, a pesar de los esfuerzos por borrarlo, no ha hecho más que crecer: Federico García Lorca es un símbolo de los desaparecidos de la Guerra Civil. Y sus restos, a pesar de los intentos realizados, aún no han recibido sepultura.

Tal día como hoy, un 18 de agosto de 1936, Lorca fue fusilado por el régimen Franquista. No obstante, sus 38 años de vida brindaron otras experiencias, recuerdos y muchos, muchos lugares. Lorca dejó huella y, en homenaje a su figura, seguimos algunas de sus pisadas. A continuación, en el mapa interactivo, puedes recorrer algunos de los sitios de su tierra natal que más le marcaron. Un viaje por su vida, que se valió de múltiples fuentes de inspiración.

De Valderrubio a Asquerosa: el nacimiento de la Casa de Bernarda Alba

Los Lorca, según relata Universo Lorca, se mudaron de su primera residencia en Fuente Vaqueros a Asquerosa (más tarde conocido como Valderrubio) por el trabajo de su padre: Federico García Rodríguez tenía su negocio agrícola ubicado en un pueblo cercano. Asquerosa era una localidad granadina con unos pocos cientos de habitantes, conocida por ser un lugar con abundante agua a sus alrededores.

Este lugar ayudó a Lorca a concebir la célebre obra de teatro La Casa de Bernarda Alba. Muchos de los personajes de la historia existían en la vida real en este pueblo, desde Bernarda hasta el propio Pepe el Romano. Esta inspiración no solo le sirvió al dramaturgo para plasmar un retrato fiel de la presión social de las mujeres de su tiempo, sino que también le trajo problemas con vecinos y familiares. Sin ir más lejos, como indican en la iniciativa de la Diputación de Granada mencionada anteriormente, la mujer de uno de los hombres que lo detuvo antes de su muerte en 1936 era prima del poeta.

El conflicto familiar en el que Lorca estaba sumergido desde su juventud se componía de diferentes tipos de disputas: económicas, políticas e ideológicas. Horacio Roldán, otro de los primos del poeta, era un acérrimo militante de derechas que había tenido importantes discusiones con el poeta. En cierto modo, el pueblo de Fuente Vaqueros formó parte de las múltiples piezas que complicaron la vida de Federico García Lorca. Tenía de lo bueno y lo malo. Aunque su residencia allí fue mucho más que una simple casa de verano: fue el origen de grandes obras.

El final de Lorca: “Por socialista, masón y homosexual”

Otra de las residencias de verano de Federico García Lorca que marcaron su biografía fue su vivienda en Huerta de San Vicente, en Granada capital. Posiblemente, el lugar más determinante de su vida: aquí se escribieron obras como Yerma, Bodas de sangre, el Romancero gitano, Doña Rosita la Soltera, El Público o Así que pasen cinco años. El dramaturgo experimentó todo tipo de experiencias: desamores, dudas sobre su talento y, además, fue su última parada antes de huir a la casa de Luis Rosales (poeta de ideología falangista), donde fue arrestado.

Lorca fue detenido en una operación que, según cuenta el hispanista Ian Gibson, “fue de envergadura”. La manzana en la que se situaba Lorca fue rodeada por guardias, que custodiaron hasta los tejados para evitar su fuga.

Después llevaron al artista a lo que los historiadores conocen como ‘La Colonia’. Primero una casa de veraneo para niños, llena de alegrías, juegos y asaltada por la jadeada respiración de los más jóvenes. Luego una cárcel, estandarte del poder nacionalista y lugar de angustiante espera para los que estaban condenados al fusilamiento: así era este recinto en el que Lorca pasó sus últimas horas de cautiverio.

Como muchos antes que él, el final del poeta fue el peor posible: fusilado en un lugar que a día de hoy sigue sin estar claro, más allá del conocimiento de que ocurrió a uno o dos kilómetros de distancia de la cárcel.

Se desconoce qué sucedió exactamente y dónde se cometió el asesinato, pero un informe de 1965 de la Jefatura Superior de Policía de Granada confirma que Federico García Lorca fue asesinado, acompañado de otras tres personas: dos banderilleros (Juan Arcoyas Cabezas y Francisco Galadí y y un delincuente común apodado ‘El Terrible’, según Universo Lorca. Entre sus líneas, se lee la razón: por “socialista y masón” y por sus “prácticas de homosexualismo”.

Los restos de Lorca: a 20 centímetros de la verdad

En 2009 empezaron las excavaciones en el paraje de Fuente Grande de Alfacar (Granada), con una pregunta constante en la cabeza de todos los que estaban moviendo cielo y tierra para lograr su objetivo: ¿Dónde están los restos de Federico García Lorca? Como explicamos en el mapa, podrían estar justo donde se estaba investigando, es decir, en el Parque Federico García Lorca de Alfacar, creado concretamente para rendirle homenaje al autor.

Hoy, este parque no es solo un lugar de homenaje, sino que apunta a que es el actual cementerio de Federico García Lorca. “Yo no entiendo por qué no se pueden sacar 20 centímetros de cemento para ver si están los restos en el lugar que los testigos y el georradar afirma que se enterraron”, espeta en una entrevista con el El Salto Diario Victor Fernández, uno de los impulsores de la investigación de los restos humanos (aún sin identificar) encontrados en este lugar en 1986.

Ahora bien, no se tiene certeza de que el cuerpo siga ahí, porque todavía no se ha permitido indagar en la fuente del parque que podría tenerlo escondido. Allegados del maestro republicano Dióscoro Galindo, que fue asesinado junto a Federico García Lorca, han pedido seguir investigando para darle una “sepultura digna” al poeta. No obstante, la historia, de momento, sigue sin cerrarse.

Uno siempre puede buscar consuelo en la obra del poeta. Porque, como escribía el propio Lorca, “el más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta”. En este caso, la esperanza es cerrar una herida que lleva abierta durante más de ocho décadas. Y, al parecer, habrá que esperar un poco más para tener la verdad.

 

Fuente https://www.lasexta.com/noticias/cultura/muerte-federico-garcia-lorca-viaje-vida-poeta-granada_202008185f3ba84e23f3fb00019796bb.html

Mas información

Universo Lorca

 

 

Las Sinsombrero

En el año 1914 surgió un grupo de mujeres que lucharon con valentía, coraje, inteligencia y determinación por los derechos de la mujer en una España que las condenaba a la mediocridad. Su legado permitió que pocos años después sus alumnas más aventajadas (1927) se liberaran del corsé, no sólo de la prenda, sino también del “corsé” intelectual y social que las constreñía a su papel de madres y esposas, participando sin complejos de la vida intelectual y cultural de la España de los años 20 y 30.

Su incesante lucha y su talento, hizo que juntas se convirtieran en la generación de pensadoras y artistas féminas más importantes e influyentes de la historia cultural española. Los nombres y apellidos que nutren este interesantísimo grupo es una mezcla de maestras y alumnas, pertenecientes a las denominadas generaciones del 14 y 27. No hubieran podido existir unas sin las otras, ya que a diferencia de los hombres, su lucha por la igualdad las unía, compartiendo espacios, ideas, vivencias y procesos creativos. Victoria KentMargarita NelkenMaría de MaeztuClara CampoamorMaría LejárragaMaría Goyri y Carmen Baroja fueron ejes centrales de toda una conciencia femenina que devolvía a la mujer la palabra y la dignidad; fueron maestras, amigas y protectoras directas de María Teresa LeónConcha MéndezMaruja MalloErnestina de ChampourcínMargarita Gil Röesset, María ZambranoÁngeles SantosJosefina de la Torre y Remedios Varó.

La interrupción de la Guerra Civil supuso el fin de esos años de creatividad y libertad. La mayoría de ellas tuvo que exiliarse, o quedarse y aceptar de nuevo el rol de la mujer en una España que las acallaba. No hubo intercambio generacional, no había más lugares donde encontrarse, su arte ya no se mostraba. Su voz fue silenciada, su memoria olvidada. Reconstituida la democracia, los nombres de sus colegas masculinos, miembros de la Edad de Plata, fueron recuperados y ensalzados, mientras que los de estas mujeres permanecieron en silencio, perdiendo su lugar, de pleno derecho, dentro del relato oficial de tan importante época histórica.

El documental producido por  INTROPÍAmedia en colaboración con AC/E propone recuperar el legado y la memoria de estas artistas y pensadoras, poniendo de relieve que su legado es determinante en la historia cultural y social española, con el objetivo de reivindicar así su pleno derecho de pertenecer a la Edad de Platde las artes y letras españolas.

Trailer Las Sinsombrero from Intropía Media on Vimeo.

Fuente https://www.accioncultural.es/es/sinsombrero_documental

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